Tarta Pavlova con Frutos Rojos
La Pavlova es un postre elegante que se cree que fue creado en honor a la bailarina rusa Anna Pavlova durante una de sus giras por Australia o Nueva Zelanda a principios del siglo XX.
Ingredientes:
Para el merengue (la base de la Pavlova):
- 4 claras de huevo grandes (aproximadamente 120-130 g), a temperatura ambiente
- 250 g de azúcar blanco granulado (el doble del peso de las claras)
- 1 cucharadita de vinagre blanco o zumo de limón
- 1 cucharada de maicena (almidón de maíz)
- 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
Para el relleno y la decoración:
- 400 ml de nata para montar (crema de leche para batir), mínimo 35% de materia grasa, muy fría
- 50 g de azúcar glas (azúcar impalpable)
- Frutos rojos variados al gusto (fresas, arándanos, frambuesas, moras), limpios y secos
- Hojas de menta fresca para decorar (opcional)
Instrucciones:
1. Preparar el merengue:
* Precalentar el horno: Precalienta el horno a 120°C (250°F) con calor arriba y abajo (sin ventilador si es posible). Si tu horno tiene ventilador, baja la temperatura a 100°C (210°F).
* Prepara la bandeja: Forra una bandeja de horno con papel de horno. Puedes dibujar un círculo de unos 20-22 cm de diámetro en el papel (usa un plato como guía) y luego dale la vuelta para que el lápiz no toque el merengue.
* Batir las claras: Asegúrate de que el bol y las varillas de la batidora estén completamente limpios y libres de grasa. Bate las claras de huevo a velocidad media hasta que empiecen a espumar y estén ligeramente montadas (puntos blandos).
* Añadir el azúcar: Sin dejar de batir, comienza a añadir el azúcar granulado poco a poco, cucharada a cucharada, esperando unos segundos entre cada adición. Esto es crucial para que el azúcar se disuelva bien y el merengue quede estable y brillante. Sigue batiendo a velocidad alta hasta que el merengue esté firme, brillante y forme picos duros. Sabrás que está listo cuando al frotar un poco de merengue entre tus dedos, no notes los cristales de azúcar.
* Incorporar los ingredientes secretos: Con la batidora aún encendida, añade el vinagre y el extracto de vainilla (si lo usas). Luego, tamiza la maicena sobre el merengue y mezcla suavemente con movimientos envolventes utilizando una espátula. La maicena y el vinagre ayudan a que el merengue quede crujiente por fuera y con ese interior suave y tipo "malvavisco".
2. Formar la Pavlova: Vierte la mezcla de merengue sobre el círculo dibujado en el papel de horno. * Con la ayuda de una espátula o cuchara, dale forma circular al merengue, elevando los bordes para crear un "nido" o cavidad en el centro. Esto es donde irá la nata y la fruta.
3. Hornear el merengue: Introduce la bandeja en el horno precalentado. * Hornea durante 1 hora y 30 minutos a 2 horas, dependiendo de tu horno y del tamaño de la Pavlova. El merengue debe estar crujiente por fuera y al tocarlo debe sentirse seco y firme. * ¡Importante! Una vez transcurrido el tiempo de cocción, apaga el horno y deja el merengue dentro con la puerta ligeramente entreabierta (puedes colocar una cuchara de madera en la puerta para que quede un hueco). Esto permite que el merengue se enfríe lentamente y evita que se agriete o se baje bruscamente. Deja enfriar completamente, preferiblemente durante varias horas o toda la noche.
4. Montar la nata y decorar: Poco antes de servir, saca la nata líquida del refrigerador. En un bol frío, monta la nata con el azúcar glas hasta que esté firme y con picos. Ten cuidado de no sobrebatir para que no se convierta en mantequilla. * Con cuidado, traslada la base de merengue ya fría a tu plato de presentación. * Rellena el centro del merengue con la nata montada, puedes usar una manga pastelera o simplemente una espátula. * Decora generosamente con los frutos rojos frescos. Si quieres, puedes añadir unas hojas de menta para un toque de color y aroma.
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